Hot sale
Tigre se regaló a lo largo de todo el segundo tiempo y por un insólito penal cobrado por Pedro Argañaraz perdió en Liniers ante Vélez por 2 a 1. Mariano Pavone en dos ocasiones los tantos del local. Había igualado Alexis Castro.
Final Hot, bien caliente como terminaron los juegadores sobre el árbitro y los hinchas ante los televisores, Sale porque el futbol del Matador está en liquidación. En temporada de ofertas Tigre mostró la suya y le regaló la pelota a Vélez durante todo el segundo tiempo. Sin que su rival presione se plantó 5-4-1 con Galmarini en el lateral (arrancó de volante) tres centrales: Lima, Godoy y Benitez, más Sosa en la izquierda. Rincón de 8, Menossi, Cardozo (Iñiguez), Castro y arriba solo Mierez (Luna). Si la idea era el “puntito inteligente” (como decía J.J.López descendiendo a River) sino fuese por Argañaraz le hubiese salido bien. Pero fue una postura que no admitía equivocaciones y el fondo del Matador está lleno de errores. Es dejar al perro custodiando la tira de asado.
“Agarrón del 2” dijo Galmarini que le explicó Argañaraz, pero Godoy salta por delante de su marca. Lo que hace sospechar que eligió al azar un culpable para justificar lo que se avecinaba; el triunfo del Fortín mediante un penal que no existió. Hacia rato que no se veía un hecho similar a este, que hasta Horacio Elizondo dijo “yo tampoco entiendo nada…”
Dejando de lado eso, a la hora del juego Tigre sigue siendo un equipito. Es cierto que el técnico mira al banco y no encuentra demasiado que inventar. Pero Luna entró tarde por un Mierez que se desinfla, e Iñiguez es como Oliver Benitez pero jugando en el medio. Para plantarse como lo hizo este equipo se necesita que alguien pare la pelota para dejar de dársela al contrario o bien; velocidad, explosión. Pero ninguno de esos recursos estaban disponibles. Entonces: por qué regalarse así? Cosas que deberá explicar Facundo Sava.
El numero frio marca la sanción de 5 penales en contra en los últimos 4 juegos, pero la realidad muestra que salvo este mamarracho sancionado por Argañaraz, los demás fueron faltas (y muy torpes) el Matador también debe hacerse cargo de los errores propios, que son muchos, por eso fue suicida meterse tan atrás con un equipo que juega peor, o igual de mal, como es Vélez.
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