Volvió Caruso. El de los milagros y el de los enojos.
En la mañana de Escobar Ricardo Caruso Lombardi asumió como técnico de Tigre. Será su tercera etapa a cargo del Matador.
Volvió. El hombre que levantó al “gigante dormido”, cuando el club atravesaba una etapa similar, pero en la Primera B Metropolitana. Tuvo el peor arranque, en una goleada ante Platense y cerró una mala temporada de 27 partidos con 13 derrotas y 9 triunfos. Pero al otro año marcó el hito más grande, obteniendo el bicampeonato de la B Metro con una sola derrota en 40 juegos. Dejando una base de jugadores que llegaron a Primera División, algunos vigentes hasta hoy.
El primer torneo del Nacional B, dejo un sabor agridulce. Por un lado un buen promedio, pero faltó un gol para poder clasificar al reducido. Varias incorporaciones no rindieron, pero Mariano Izco duró un semestre y nunca regresó de Italia, y llegaron: Santiago Morero, Alexis Ferrero, Gastón Stang y Lucas Wilchez.
Para la temporada 2006/2007 salvo por Allende, Pistelli y Zárate; los demás fueron jugadores valiosos, para la categoría y para jugar en primera. Morel, Fontanello, Lazzaro, Román Martínez. La polemica de su salida fue por su pecado más grande: hablar. Y hacerlo antes de la última fecha cuando el equipo aun tenía chances y se media mano a mano en Victoria con el puntero Olimpo, la derrota y la lluvia de enojos por su partida a Argentinos Jrs.
Luego de la recordada campaña de Diego Cagna en 2009, el 2010 lo trajo una vez más a Victoria. Con él vuelve una versión desmejorada de Fontanello, Chiqui Pérez, Ribair Rodríguez y Brian Rodriguez (que tendría éxito en Chile) Ese clausura el equipo termina 11° habiendo ganado dos veces en Rosario, en Sarandi, el Ducó y a Boca en el Coliseo, no pudo reponerse a la goleada en Mendoza hasta la ultima fecha donde goleó 5 a 1 a River en el Monumental. El Chino Luna terminó con 9 goles, a 4 del goleador Mauro Boselli
La siguiente Temporada fue mala, si bien repitió la colocación del campeonato anterior. Pero volvieron Román Martinez, Galmarini y Blengio, llegaron Cachete Morales, Mariano Echeverría, Tete González, Gastón Díaz y quien luego sería goleador: Denis Stracqualursi. El lastre de Anzorena, De Miranda, Mustafá y Caballero, y otros con mejor suerte luego de su paso por Victoria como Telechea y Lucas Simón. Pero la polémica por el caso Angulo y no haber pasado la línea de mitad de tabla más allá del 9° lugar en la fecha 9, hicieron que no se renueve su contrato.
En 2012 llegó el momento más esperado por sus detractores: Tigre y San Lorenzo, mano a mano jugándose la permanencia, con Ricardo en el otro banco. Lo cierto es que Caruso defendió lo suyo, a los cuervos y en la previa embarro la cancha, incluso logró que se coloquen paneles de acrílico en las plateas. Algunos se sintieron traicionados, otros, entendieron que defendió lo que era su club, como cuando en Tigre, jugando ante Huracán en el Palacio, logró que un árbitro no dirija nunca más.
Ahora vuelve el hombre de los amores y de los odios, quizás el mejor armador de planteles que haya tenido la Institución en los tiempos modernos. Polémico, mediático, pero con la espalda suficiente para agarrar el timón en esta tormenta y arrimarse al puerto lo más que se pueda en estos tres partidos y comenzar la renovación.
datos estadisticos: @Tigredatos
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