Todo un palo
Tigre perdió ante Racing en Avellaneda por 1 a 0 con gol de Iribarguen cuando el encuentro se moría. El Matador que terminó con 10 por la expulsión de Alexis Niz, aun no ganó en el torneo.
Quizás en el poste donde rebotó la pelota de Imperiale encontremos el punto de partida de un análisis ligado a “esas cosas que tiene el fútbol” porque si esa bola picaba hacia adentro hablaríamos de un planteo interesante. De un sistema táctico que en lo defensivo dio resultado y que permitió generar peligro en el área contraria, e incluso convertir un tanto. Pero no. Como ante River; el Matador se hizo ancho y tapó sus falencias defensivas a la hora de adelantar a los de fondo unos metros. Compensado en un equipo rápido, que al perder la redonda toma líneas inmediatamente para posicionarse en la marca. Obligó a Racing a salir permanentemente con Arevalo Ríos, evitando que tomen contacto Nicolás Oróz y Lisandro López, frenando muchas veces a Brian Mansilla y Augusto Solari. ¿Inteligente? Si, ¿Efectivo? Durante 80’ lo fue. Es cierto que los errores se pagan caros, como es cierto que no puede equivocarse Bojanich que el resultado es buscarla adentro (entonces preguntaremos: qué se hace para cubrirlo). Pisó en falso en una sola jugada (idéntica a la del penal ante el Millonario) y el colombiano facturó. Cuando mejor estaban los de Victoria con Lucas Menossi como eje de todo.
Hubo desaciertos, lógicamente, a Jacobo Mansilla le costó acompañar y los laterales, si bien rindieron en la marca, salvo un par de escaladas de Niz, aportaron poco en ofensiva y son necesarios a la hora de tener un equipo ancho. Pero el bochazo que bajó Imperiale dio en el palo y salió, entonces del otro lado de la pantalla todo lo que pudo ser bueno se borró en el grito de gol de la Academia. La ceguera por el triunfo que no llega, mirar que a doce puntos el descenso asecha esperando los tropiezos; agigantan una mochila que nació pesada antes de iniciar la Superliga y que en la previa a este partido le cargaron un par más de piedras.
Se vienen rivales directos, de flojo andar en el torneo; se vienen, luego del receso por las Legislativas, partidos en los que hay que sumar de a tres para comenzar a quitar las piedras de la mochila y los zapatos, para que esa pelota que da en el palo se meta…
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