martes, 31 de octubre de 2017

Tigre 1 c Central 1 - Se desarmó otra vez

Se desarmó otra vez

En Victoria Tigre empató ante Central luego de ir ganando con gol de Lucas Menossi en la primera parte. Marco Ruben a 10 del final igualó la contienda. Caruso, que se fue expulsado, tuvo que hacer dos cambios obligados por las duras lesiones de Ezequiel Rodríguez y Esteban Giambuzzi.

Los planteos de Caruso, salvo con Chacarita, suelen ser acertados en el comienzo del partido. Donde se pudo ir ganando ante Vélez, controló a River y dominó a Racing; sin embargo las cosas no salen como se espera y en el complemento se desarma. Con Central se repitió la historia.

Cuando lo negativo se acumula, todo se hace más pesado y el equipo, en lugar de tranquilizarse con la conquista de un gol, suma miedo y el temor lo llena de dudas. Se mete atrás y sede el control de la pelota. Circunstancia que paga muy caro. 4-3-1-2 arrancó el equipo y si bien, parece un desperdicio la posición de “enlace” de Lucas Janson contó con 3 chances claras de gol y falló en todas, como en Avellaneda, como Stracqualursi cuando le toco, como Luna que ayer no pudo controlarla en el área ¿todos pueden equivocarse en la misma instancia? ¿Será que la ansiedad los está devorando? Si hay jugadores firmes son Lucas Menossi, Maxi Caire, Lucas Passerini y lo era Ezequiel Rodríguez y ellos marcaban la diferencia. Pero no alcanza. Porque Caire centraba bien y nadie aparecía, porque Menossi buscaba en cortada y nadie controlaba, porque Passerini aguantó, peleó y no encontró compañía, porque el Tucu tenía a raya a Zampedri hasta que la rodilla dijo basta a los 45. El técnico apostó por Giambuzzi en la derecha y Spinacci de zaguero. Lamentablemente para todos, en 30 segundos el ex italiano se rompió en una jugada al borde del área rival. 

Pensaría que las lesiones hicieron sentir que la malaria no iba a cortarse, pero El Matador tuvo oportunidades con Lucas Janson en las que definió mal. El equipo parecía haberse quedado con 10 jugadores, la espalda de Mansilla y el mano a mano con Abero eran una tentación para los avances canallas y había que apostar. Aire para la contra con Pérez García o cerrar el medio con Imperiale y así fue. Ya estaba Hamilton Pereira en cancha, aunque nadie lo haya notado, aunque nadie pueda a esta altura justificar que juegue primera. Y entre la falta de control del balón, el meterse tan atrás, cuando la suerte se presenta lo hace de mala manera (porque se alimenta) y una bola perdida da en la cola de Caire y le queda a Marco Ruben para definir en el mano a mano y establecer la igualad. Una historia repetida donde Tigre sale bien, no lo resuelve; termina mal y le convierten.

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